martes, 10 de enero de 2012

Teoría del desarrollo capitalista- P. Sweezy

Lectura V-Teoría del desarrollo capitalista- P. Sweezy

Introducción:
La sociedad es un número de individuos entre los cuales existen ciertas relaciones precisas y más o menos estables. La forma de la sociedad es determinada por el carácter y la forma de sus relaciones. Siendo la economía política una ciencia social cuya materia se obtiene del campo de la producción y distribución de mercancías y servicios que la gente necesita y desea. Es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversa aplicación, pareciendo así más la definición de una ciencia de la conducta humana en general.
Se considera al sistema económico como una serie de relaciones interdependientes aunque conceptualmente discretas entre hombres y bienes económicos. Siendo la exposición de la teoría económica principalmente un proceso de construcción e interrelación de conceptos que han sido despojados de todo contenido específicamente social.
El salario se toma del lenguaje corriente, y significa las cantidades de dinero pagadas a intervalos cortos, por un patrono a sus obreros asalariados. La teoría económica ha redefinido la palabra como el producto imputable a la actividad humana empeñada en un proceso productivo en general. El “salario” se convierte en una categoría universal de vida económica. Y estudiando el sistema económico actual, se traducen las posiciones suposiciones institucionales y sociales que sean necesarias a fin de que el salario tome la forma de pago del dinero. De este punto se pasa de manera natural y fácil a tratar el salario como esencia la productividad marginal del trabajo, y a considerar la relación entre el patrono y el obrero.
Nos referimos a un empleo de la teoría de la productividad como norma de deseabilidad por los críticos del statu quo. El obrero es explotado si  recibe por salario menos que el valor del producto físico marginal de su trabajo. Los conceptos se toman del lenguaje corriente, se les extrae el contenido social y las categorías universales que resultan se aplican indistintivamente a toda clase de sistemas económicos. Estos sistemas difieren unos de otros mayormente en cuestiones de forma. Podría parecer que el procedimiento más fructífero seria emprender un examen de los dogmas y creencias centrales de la economía política moderna, desde el punto de vista de sus deficiencias como verdadera ciencia social de las relaciones humanas.
El Método de Marx 
Marx era un resuelto partidario del método abstracto-deductivo. Aceptaba el método de las “aproximaciones sucesivas” que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto, eliminando suposiciones simplificantes en las etapas sucesivas de la investigación, de modo que la teoría pueda tomar cuenta y explicar una esfera cada vez más vasta de fenómenos reales. Debe uno decidir en alguna forma de qué hacer abstracción y de que no hacerla. Aquí surgen por lo menos dos cuestiones. La primera ¿qué problema se examina? Y ¿cuáles son los elementos esenciales del problema? SI tenemos las respuestas a ambas preguntas sabremos seguramente de qué no podemos abstraer, y dentro de estos límites, lograremos enmarcar nuestras suposiciones de conformidad con criterios de conveniencia y sencillez. Aun después de que la tarea del investigador ha sido terminada, sin embargo, sigue careciendo de una fórmula soberana que lo guíe. ¿Cómo distinguir lo esencial de lo esencial? La metodología puede plantear estas cuestiones, pero por desgracia no puede suministrar respuestas ya hechas. Marx se concentró en la ciencia del derecho y la filosofía y en 1842 aceptó la dirección de la recién fundada Rheinische Zeitung. Entró en contacto con problemas sociales reales y con nuevas ideas sociales en 1849, por primera vez. Tras el cierre de esta institución, se lanzó al estudio intenso del socialismo y del comunismo, de la historia de Francia y de la economía política Inglesa. Fueron esos años que siguieron cuando rompió con su pasado filosófico y comenzó a escribir sus obras económicas.
La principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. La Economía Política es importante porque es en su esfera donde el ímpetu del cambio social ha de encontrarse. Intentaba poner al descubierto la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. Una vez alcanzada la conclusión de que la clave del cambio social se encuentra en los movimientos del modo de producción, Marx se dedicó efectivamente a un estudio completo de la economía política.
Retuvo aquellos elementos del pensamiento de Hegel que hacían énfasis en el proceso y el desarrollo a través del conflicto entre fuerzas opuestas o contradictorias. Descubrió que eran lo que él llamó conflictos de clase. De aquí se sigue que las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflictos de clase.
A los economistas clásicos el antagonismo social que ocupaba la mayor parte de su atención, era el conflicto entre capitalistas industriales y terratenientes. Subrayaban mucho la cuestión de la tierra y del ingreso derivado de la propiedad de la tierra.
Marx advirtió la tendencia a poner el acento principal en la tierra y la renta, y la consideró desencaminada. Para él la relación económica principal es la que existe entre capitalistas y obreros. Esta relación debe ser el centro de la investigación, el poder de abstracción debe de ser utilizado para aislarla, para someterla al más concienzudo análisis. La adopción de esta actitud requiere dos pasos:
Primero, todas las relaciones sociales (exceptuando las que existen entre capital y trabajo) hay que suponerlas provisionalmente alejadas.
Segundo, la relación capital trabajo misma debe reducirse a su forma o formas más importantes. Marx escogió las formas de la relación capital-trabajo que surgen en la esfera de la producción industrial como las más importantes de la sociedad capitalista moderna. Capitalistas y obreros por igual son reducidos a ciertos tipos estándar a los cuales se despoja de toda característica no concerniente a la relación que se examina.
Esto es una relación de cambio: El capitalista compra fuerza de trabajo al obrero; el obrero recibe del capitalista dinero con el cual adquiere lo necesario para la vida. Es evidente, por lo mismo, que el estudio de la relación capital-trabajo debe comenzar por un análisis del fenómeno general del cambio. Todo lo que habitualmente se destina al cambio más bien que al uso directo, es una mercancía.
El propósito legítimo de la abstracción en la ciencia social no es nunca alejarse del mundo real, sino más bien aislar ciertos aspectos del mundo real para fines de investigación intensiva. Por consiguiente, cuando decimos estar operando en un alto nivel de abstracción queremos decir que consideramos un número relativamente reducido de aspectos de la realidad.
La ley es deducida en un alto nivel de abstracción; el término “absoluta” usado para definirla lo es en el sentido hegeliano de la “abstracta”; no constituye en ningún sentido una predicción concreta del futuro. Gran número de críticas hechas a la economía política de Marx están basadas en el rechazo de las suposiciones con que trabaja. Para Marx, la realidad social es más bien el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado. La realidad social es el proceso histórico, un proceso que en un principio, no conoce finalidad ni estaciones de parada. “Los hombres hacen su historia en circunstancias ya existentes, dadas y transmitidas del pasado” La sociedad cambia, y a la vez, dentro de ciertos límites, puede ser cambiada. La aceptación consecuente de este punto de vista conduce a una actitud consecuentemente histórica ante la ciencia social.

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